Roberto Arnal Planelles, nacido el 11/12/1932 en Burriana – Castellón, murió tras una larga enfermedad el 17/10/2012 en Valencia.

Luchó y mantuvo la esperanza hasta el final con el espíritu de lucha, que desde siempre lo ha caracterizado y marcó su larga vida, tanto en lo profesional como personal. Él era todo un profesional, lleno de ideas y planes, esa clase de personas que hoy en día son difíciles de encontrar.

Roberto Arnal emigró con solo 22 años a Colonia / Alemania, en 1954, para conquistar el mercado alemán en nombre de su familia (Pascual Arnal Monsonís). Gracias a su rigor profesional, carisma y perseverancia logré ese objetivo con creces. No fue fácil convencer a sus proveedores, que el éxito sólo se puede lograr a través de la calidad superior y la continuidad. A los que lo siguieron en este sentido, les ha ayudado al lograr éxito y reconocimiento en Alemania.

En 1962 Roberto Arnal funda su delegación comercial en Colonia, que se convirtió en 1982 en la Roberto Arnal GmbH. En los años 60 fue muy activo en la Cámara de Comercio Española en Frankfurt, dónde luchó por los intereses del sector de cítricos español, logrando grandes avances para todas las empresas exportadoras. Eso le hizo merecedor de recibir la Cruz de Caballero de la Orden del Mérito Civil en 1968.

Sin embargo su mayor éxito fue la creación de la marca TILLA, que se creó después de la separación profesional de su familia. Trabajando con empresas selectas del sector, conocidas como GRUPO TILLA, la convirtió en una de las mejores marcas. Fue en ese proyecto en el que logró implantar plenamente sus estándares de calidad y su idea sobre la calidad total. Inicialmente esta idea fue ejecutada por las empresas del GRUPO TILLA y más tarde en su propia estación empaquetadora y fincas productoras en Gibraleón – Huelva (Andalucía).

Para estar más cerca de la acción Roberto Arnal se mudó en 1991 de Alemania a Valencia con su esposa e hijo. Fue entonces cuando aglutinó el núcleo de empresas que constituían el grupo TILLA. El «nuevo comienzo» en España resultó ser más difícil de lo esperado, porque era, como algunos lo llamaban «El Alemán de Burriana». Con su carácter, muy marcado por su larga estancia en Alemania y una ética de trabajo altamente desarrollada, Roberto Arnal exigía siempre lo máximo de si mismo y de sus colaboradores. Gracias a su experiencia, sus conocimientos e ideas, muchos socios y colegas se beneficiaron enormemente.

Los que lo conocieron bien, recodarán a Roberto Arnal como un hombre de negocios duro pero justo, que estaba siempre atento a los problemas y preocupaciones de los demás. Buenas muestra de ello es que ha dejado parte de su fortuna a la investigación y lucha contra el cáncer (Fundación Roberto Arnal Planelles).

Muchas, por entonces pequeñas empresas, se han apoyado en el asesoramiento y apoyo de Roberto Arnal para obtener éxito y tamaño. Él fue el promotor de la paletización en el comercio de fruta y verdura, una enorme simplificación para el manejo de la fruta. También fue él uno de los primeros en apostar fuertemente por el envío por camión y no fue rara la ocasión en la que él mismo ayudaba a dirigir a los conductores hacía sus destinos en los mercados alemanes, cuando por entonces muchos desconocían las mejores rutas a sus destinos. Cuando se presentaba algún problema en la entrega o la clasificación durante la noche, Roberto Arnal también estuvo presente entonces para ayudar. Rendimos homenaje a semejante coloso del sector de la fruta y verdura español.